Shanti de Corte, joven de 23 años y sobreviviente al ataque terrorista en el aeropuerto de Bruselas perpetrado por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), murió este fin de semana luego de que pidió la eutanasia en Bélgica. Heraldo Binario te explica cómo es que se le concedió este procedimiento pese a tener una enfermedad terminal.
Fue el 22 de marzo 2016 cuando Shanti de Corte caminaba por la sala de abordaje del aeropuerto belga de Zaventem, junto a sus compañeros de clase previo a abordar un vuelo que los llevaría a Italia, cuando terroristas de ISIS detonaron una bomba. La entonces joven de 17 años escapó de la explosión, que junto con otras dos detonaciones cobró la vida de 32 personas e hirió a más de 300.
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Aunque Shanti de Corte no sufrió heridas físicas, los estragos emocionales que sufrió ese día la marcaron para siempre, pues la joven nunca pudo recuperarse de los constantes ataques de pánico y severa depresión que le dejó ese ataque terrorista.
Pese a que la joven de 23 años fue asistida e internada en un hospital psiquiátrico ubicado en Amberes, su ciudad natal, Shanti nunca se pudo sobreponer e intentó quitarse la vida en 2018, y luego en 2020.
Ante la difícil experiencia que la marcó para siempre, Shanti de Corte pidió este 2022 que se le autorizara la eutanasia, un procedimiento que es legal en Bélgica. Tras ser autorizado por las autoridades, la joven de 23 años murió el 7 de mayo de 2022.
La trágica historia de Shanti salió a la luz a principios de esta semana cuando su madre Marielle le contó al medio belga VRT sobre el dolor con el que su hija vivió los últimos años de su vida.
"Ese día realmente la rompió, nunca se sintió segura después de eso. No quería ir a ningún lugar donde hubiera otras personas, por miedo. También tenía ataques de pánico frecuentes y nunca se libró de ellos", expresó su madre a la cadena de televisión belga.
Shanti recordó con frecuencia sus dolorosas experiencias tras el atentado terrorista en las redes sociales y habló de sus luchas para lidiar con el deterioro de su salud mental.
En una publicación, escribió que recibía medicamentos desde la mañana y que diariamente tenía que ingerir hasta 11 antidepresivos. "No puedo vivir sin eso y con todos los medicamentos que tomo, me siento como un fantasma que ya no puede sentir nada", contaba Shanti de Corte.
La joven ya padecía depresión severa desde antes de experimentar el ataque terrorista que terminó por marcar profundamente su vida.
Tras no poder recuperarse de ese trágico momento que la dejó marcada para siempre, y tras intentar atentar contra su vida en dos ocasiones, la joven de 23 años pidió la eutanasia por un "sufrimiento psiquiátrico insoportable".
La eutanasia, es la práctica de poner fin intencionalmente a la vida de una persona para aliviar su dolor y sufrimiento y es legal en Bélgica para personas que se encuentra en "una condición médicamente inútil de sufrimiento físico o mental constante e insoportable que no puede aliviarse, como resultado de una enfermedad grave".
La solicitud formal de Shanti de Corte para ser sacrificada fue aprobada a principios de este año por dos psiquiatras, y murió el 7 de mayo rodeada de su familia.
En una última publicación en redes sociales el día que fue murió, Shanti escribió lo siguiente:
"Reí y lloré hasta el último día. Amé y se me permitió sentir lo que es el verdadero amor. Ahora me iré en paz".
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