La Ciudad de México, conocida por su constante actividad sísmica, se enfrenta a un fenómeno que ha generado inquietud entre sus habitantes: los microsismos. A pesar de su baja magnitud, estos movimientos telúricos son percibidos en distintas zonas de la capital y han provocado interés en su estudio. Recientemente, un nuevo mapa elaborado por expertos ha revelado las áreas donde la percepción de estos microsismos es más evidente, dividiendo la ciudad en diferentes niveles de sensibilidad.
¿Qué son los microsismos?
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), los microsismos son movimientos de la tierra cuya magnitud varía entre 0.1 y 3.0 en la escala de Richter. Aunque estas sacudidas no son lo suficientemente fuertes para activar las alarmas sísmicas, pueden ser percibidas por la población, especialmente en ciertas zonas. Al día, el SSN detecta hasta 70 microsismos, que en su mayoría pasan desapercibidos para la mayoría de los capitalinos, pero no en todas las áreas de la ciudad.
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La Ciudad de México cuenta con el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), el cual monitorea la actividad sísmica con 96 sensores distribuidos estratégicamente. Algunos de estos sensores se encuentran cerca de la Placa de Cocos y el sur del Eje Neovolcánico Transversal, que abarca zonas de alta sismicidad en estados como Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Puebla. Sin embargo, la actividad sísmica de la CDMX, en particular los microsismos, tiene características únicas que responden a la geología específica de la capital.
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Las zonas con mayor percepción de microsismos
Un estudio realizado por Baruch Sanginés, demógrafo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y geógrafo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha generado un mapa detallado de la Ciudad de México que identifica las zonas más propensas a la percepción de microsismos. Este mapa, dividido por colores, señala las áreas donde los habitantes pueden sentir con mayor o menor intensidad estos movimientos telúricos.
- Color rojo: Este color destaca las zonas donde los microsismos son más perceptibles, debido a las características geológicas y la cercanía a fallas activas. En estas áreas, los residentes pueden sentir frecuentemente los microsismos, lo que genera mayor preocupación y atención de las autoridades.
- Color naranja: En esta categoría se encuentran colonias de la CDMX donde los microsismos se perciben con una intensidad moderada. Los habitantes pueden sentir sacudidas esporádicas, pero con menor frecuencia que en las áreas rojas.
- Color amarillo: Las zonas pintadas de amarillo indican una baja percepción de los microsismos. Si bien estas áreas no están exentas de estos movimientos, la intensidad y frecuencia son considerablemente menores.
La falla Plateros-Mixcoac y su relación con los microsismos
Uno de los elementos más importantes en la reciente discusión sobre los microsismos en la Ciudad de México es la Falla de Plateros-Mixcoac, descubierta en diciembre de 2023 por investigadores del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Esta fractura geológica, ubicada en la zona poniente de la capital, ha sido responsable de una serie de microsismos en las alcaldías de Benito Juárez y Álvaro Obregón.
La falla se extiende por una serie de puntos clave en la ciudad, pasando por áreas de alta concentración urbana y vialidades importantes, como las Torres de Mixcoac, Insurgentes Mixcoac, Avenida Patriotismo, Leonardo Da Vinci, Calzada Guillain, Avenida Revolución, y Unidad Lomas de Plateros, entre otros. Este hallazgo ha generado preocupación en las zonas afectadas, especialmente en aquellas áreas cercanas al trayecto de la falla, donde los microsismos han sido más frecuentes.
¿Es peligrosa la actividad microsísmica en la CDMX?
Aunque los microsismos, por su magnitud, no representan un riesgo directo para las estructuras o para la vida humana, su recurrencia en ciertas zonas de la Ciudad de México ha provocado incertidumbre. Esto es especialmente cierto en áreas como Benito Juárez y Álvaro Obregón, donde la actividad sísmica asociada a la falla Plateros-Mixcoac ha sido más perceptible.
El gobierno de la Ciudad de México, junto con instituciones como la UNAM y el SSN, continúan monitoreando de cerca la actividad sísmica en la capital. A través del uso de sensores y herramientas tecnológicas, las autoridades buscan identificar patrones en la ocurrencia de microsismos para informar mejor a la población y, en caso de ser necesario, tomar medidas preventivas.
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