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El Telescopio Espacial Hubble de la NASA captura una pintoresca galaxia espiral a 67 millones de años luz

El Telescopio Espacial Hubble captó una espectacular imagen de la galaxia espiral NGC 4941, ubicada a 67 millones de años luz. Este retrato cósmico no solo muestra estrellas y gas, sino también un agujero negro activo que altera el nacimiento de nuevas estrellas.

El Telescopio Espacial Hubble de la NASA captura una pintoresca galaxia espiral a 67 millones de año.El Telescopio Espacial Hubble de la NASA captura una pintoresca galaxia espiral a 67 millones de añoCréditos: Freepik / NASA
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El universo volvió a regalarnos una de sus postales más espectaculares. El Telescopio Espacial Hubble, operado en conjunto por la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), ha captado una imagen sorprendente de la galaxia espiral NGC 4941. Esta joya cósmica se encuentra a unos 67 millones de años luz de nuestro planeta, en la constelación de Virgo, y gracias a su relativa cercanía, los instrumentos del Hubble lograron capturar detalles fascinantes.

La fotografía muestra con gran nitidez la estructura de esta galaxia, revelando cúmulos de estrellas, nubes de gas filamentosas y polvo interestelar. Aunque a simple vista pueda parecer solo una imagen bonita, en realidad es una pieza clave para entender cómo nacen y evolucionan las estrellas, así como el papel que juegan los agujeros negros supermasivos en la vida de las galaxias.

La observación de NGC 4941 forma parte de un estudio más amplio que analiza la formación estelar y los mecanismos de retroalimentación estelar en galaxias cercanas. Esta investigación es fundamental para saber qué tanto influyen las estrellas recién nacidas en su entorno, y cómo su energía afecta el ritmo al que nacen otras estrellas en el futuro.

ESA/Hubble & NASA, D. Thilker

Estrellas, gas y un agujero negro en el centro

En galaxias como NGC 4941, las estrellas no nacen de la nada. Se forman en regiones frías y densas de gas, pero tan pronto como comienzan a brillar, también empiezan a modificar su entorno. Con su luz, sus vientos y eventualmente sus explosiones como supernovas, calientan y dispersan el gas a su alrededor. Este fenómeno, conocido como “retroalimentación estelar”, puede frenar o acelerar la creación de nuevas estrellas.

Pero en el caso de NGC 4941, hay otro protagonista aún más imponente: un agujero negro supermasivo ubicado en el núcleo de la galaxia. Este tipo de agujeros negros actúan como verdaderos motores galácticos. Al consumir gas y materia cercana, generan un disco de material caliente que emite radiación en múltiples longitudes de onda. Además, lanzan chorros y vientos potentes que también influyen en la estructura de la galaxia.

Estos núcleos galácticos activos, como se les conoce, pueden incluso detener por completo la formación de nuevas estrellas en algunas regiones de una galaxia, alterando su destino evolutivo. Es decir, un solo agujero negro puede reescribir la historia de toda una galaxia.

La imagen de NGC 4941 es un ejemplo claro de cómo las observaciones astronómicas van mucho más allá de lo visual: son herramientas que permiten a la ciencia reconstruir cómo funciona el universo. En este caso, el Hubble no solo capturó una imagen impresionante, sino que también aportó datos valiosos sobre los procesos físicos que moldean las galaxias como la nuestra.

Fuente: Hubble Studies a Nearby Galaxy’s Star Formation - NASA Science

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