La temporada de huracanes 2024 aún no ha terminado, y aunque el tiempo sigue avanzando hacia la conclusión oficial del ciclo, todavía se espera la formación de varios fenómenos meteorológicos tanto en el Océano Pacífico como en el Atlántico. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la temporada comenzó oficialmente el 15 de mayo en el Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico, y está programada para finalizar el 30 de noviembre. Sin embargo, las autoridades han advertido que estas fechas pueden variar ligeramente, por lo que los huracanes podrían presentarse incluso fuera de este rango, lo que exige que la población permanezca atenta y preparada.
¿Cuántos huracanes faltan para que termine la temporada?
Hasta el momento, de los ciclones previstos para este 2024, se espera que aún se desarrollen entre 15 y 18 ciclones tropicales en el Pacífico y de 20 a 23 en el Atlántico, según los pronósticos emitidos por las autoridades meteorológicas. No obstante, no todos estos fenómenos llegarán a convertirse en huracanes. En el Pacífico, entre cuatro y cinco de los ciclones restantes podrían alcanzar la categoría de huracán en la escala Saffir-Simpson, y entre tres y cuatro se convertirían en huracanes de gran intensidad, es decir, de categorías 3, 4 o 5. Mientras tanto, en el Atlántico, se prevé que de cinco a seis huracanes sean de categoría baja (1 o 2), y de cuatro a cinco podrían escalar hasta las categorías más altas.
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¿Qué esperar de los huracanes que faltan?
A pesar de que no todos los ciclones previstos se convertirán en huracanes, esto no significa que dejen de ser peligrosos. Las tormentas tropicales y depresiones pueden traer consigo lluvias torrenciales, vientos fuertes, deslizamientos de tierra, inundaciones y marejadas, lo que puede generar graves impactos, especialmente en zonas costeras. De hecho, las tormentas como Milton y John, que azotaron recientemente las costas de México, son un recordatorio de la amenaza constante que representan estos fenómenos, incluso en sus etapas iniciales.
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Por lo tanto, las autoridades han hecho un llamado a la población para mantenerse informada y preparada. A lo largo del país, las regiones vulnerables deben estar especialmente atentas a los avisos meteorológicos y seguir las indicaciones de protección civil.
La temporada de huracanes es una de las más impredecibles en términos de su impacto. Aunque se tienen estimaciones sobre cuántos ciclones pueden formarse y cuántos podrían alcanzar la categoría de huracán, la trayectoria y fuerza de cada fenómeno dependerá de su evolución en el océano. A veces, un ciclón tropical puede ganar fuerza rápidamente y convertirse en un huracán peligroso, o bien, desvanecerse antes de llegar a la costa.
Es esencial que tanto las autoridades como la población mantengan medidas preventivas, ya que incluso los ciclones que no tocan tierra pueden generar graves inundaciones y otros riesgos para las comunidades. Las zonas costeras y áreas propensas a deslaves y crecidas de ríos deben ser especialmente cautelosas.
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